Vuelos de deportación y devoluciones en caliente
Los medios de comunicación
muestran o indican lo que les interesa de las noticias y de la manera en que
les interesa mostrarlas.
Siempre tienen motivaciones
ocultas que favorecen al gobierno o a los partidos.
No hay nada más que ver portadas
de 3 o 4 periódicos para ver las diferentes interpretaciones sobre un mismo
suceso o noticia.
Pareciera que todos lo
aceptamos, que comienza a parecer normal, sin embargo se puede luchar contra
ese conformismo, una ideología que caracteriza nuestra época. Mientras uno es
capaz de indignarse, de discrepar, de imaginar que otro mundo es posible y de
luchar por él, la historia está viva.
El conformismo es una grave
ideología que corroe el mundo. Conformarse es aceptar, de un modo ciego, las costumbres aceptadas por los demás y a
parecerse a ellos, tendencia que conlleva una erosión de la propia creatividad
personal y del talento oculto que subsiste en el fondo de todo ser humano.
La prevalencia del
conformismo en nuestras sociedades no es, en ningún caso, una buena noticia.
Las personas se adaptan a las exigencias del mercado, aceptan lo que hay, pero
a regañadientes. El conformismo es, en cualquier caso, fruto del cansancio y de
la fatiga.
Este cansancio, es
precisamente, lo que el mundo no puede permitirse.
Hoy nos reunimos por el
tema de los vuelos de deportación, hemos oído los últimos acontecimientos de
las vallas, escuchado a los representantes del gobierno y de varios partidos,
decir que todo es legal y esto conforma, pero existen muchas protestas de
representantes del parlamento europeo que no se comunican en los medios, sobre
temas concretos como la devolución inmediata o macro vuelos de deportación.
Seguro que de esto no estamos en
absoluto al corriente.
La
deportación es la etapa final del proceso criminalizador de la migración en
nuestro país
Hoy aquí con nuestra
presencia pedimos que PAREN LO VUELOS, la expulsión de inmigrantes a sus países
de origen es sólo el último eslabón del macabro engranaje que constituyen las
políticas de control de los flujos migratorios llevadas a cabo en Europa en
general y en España en particular. La
deportación es la etapa final del proceso criminalizador de la migración en
nuestro país.
Tanto en nuestro país como en la
Unión Europea en general se ha desarrollado un fuerte discurso político que
equipara migración con criminalidad
Los inmigrantes se han
convertido en un “chivo expiatorio” y en los culpables de todos los males que
atentan contra nuestro Estado de Bienestar. Tanto en nuestro país como en la
Unión Europea en general se ha desarrollado un fuerte discurso político que
equipara migración con criminalidad, que legitima, sustenta y sirve de
trampolín para llevar a cabo todo tipo de políticas represivas contra esta
población inmigrante. Sabemos bien los elementos que forman parte de esta
cadena represiva, porque cada uno de estos eslabones tiene nombre y apellido:
fronteras, vallas, concertinas, devoluciones “en caliente”, redadas racistas,
controles de identidad selectivos, Centros de Internamiento de Extranjeros,
expulsiones “express”, macro-vuelos de deportación, etc.
Cada año, el Estado español fleta más de
cien vuelos de deportación para la expulsión de miles de personas migrantes.
De todo este engranaje, el
de la expulsión de inmigrantes es, si cabe, uno de los procesos más oscuros y
ocultos a los ojos de la ciudadanía. “Cada año, el Estado español fleta más de
cien vuelos de deportación para la expulsión de miles de personas migrantes.
Las compañías aéreas Air Europa y Swift Air han firmando con el Ministerio del
Interior un contrato de 24 millones de euros para la realización de los vuelos
de deportación entre los años 2013 y 2015”.
Nuestro clamor hoy, sencillamente, es transmitir, tomar conciencia y unirnos a las ONGs y organizaciones preocupadas por este tema humanitario en su denuncia de estos vuelos.